martes, 13 de noviembre de 2007

Inocencia perdida


Newton es un aguafiestas. ¡Era tan divertido no saber a qué se debían las cosas!, ¡todo era un gran misterio de indescifrable nexo causal! Ahora recuerdo cómo me divertía ir en el asiento trasero del auto con mis primos y dejar nuestros pies colgando (porque no llegaban al piso), dejándonos caer hacia un costado con la tramposa inercia de cada curva en movimiento. Inercia. Esa era la respuesta. Y yo no entendía por qué si doblábamos a la derecha nos caíamos hacia la izquierda. ¿Pero acaso no era más divertido desconocer la explicación a tal excitante y desconcertante fenómeno?

No hay comentarios.: